Reconocemos en el Arte Urbano Gráfico y el Barrismo expresiones de gran valor para Medellín.
Son fenómenos que se encuentran y viven la calle y el espacio público.
Invito a barristas y artistas gráficos a un diálogo sincero y abierto sobre los códigos de la calle y a que lleguen a unos acuerdos mutuos.
Reconocemos en el Arte Urbano Gráfico y el Barrismo expresiones de gran valor para Medellín. Llevamos décadas consolidando una cultura alrededor de la pasión y la afición por el fútbol como un fenómeno social que está presente en todos los barrios de la ciudad. Así mismo, Medellín ha logrado ser un referente mundial del arte urbano gráfico y el grafiti, transformando barrios, liderando posiciones políticas y formando artistas de alto nivel y reconocimiento. Hoy no podríamos imaginar a Medellín sin la identidad, el color y la pasión que generan el grafiti y el barrismo.
Ambos movimientos tienen mucho en común: han sido históricamente estigmatizados y acusados de ser expresiones criminales, vandálicas; sus integrantes son, por lo general, personas jóvenes y apasionadas que han construido códigos propios, historias y proyectos de vida alrededor del arte, el deporte y la afición. Son fenómenos que se encuentran y viven la calle, el espacio público, que deben ser reconocidas y que son valiosas en la construcción de la ciudad que soñamos.
Es por ello que los hechos de confrontación –anteriores y recientes– de grafiteros y
barristas no deberían continuar. En Medellín tenemos experiencia en la conciliación, el diálogo y el trabajo conjunto de ambas expresiones, tal y como se evidenció en las intervenciones realizadas en la unidad deportiva Atanasio Girardot en años anteriores.
Invito a barristas y artistas gráficos a un diálogo sincero y abierto sobre los códigos de la calle y a que lleguen a unos acuerdos mutuos para que los muros de Medellín nunca callen y los representen. Mucho puede aprender el grafiti del barrismo y mucho del grafiti pueden aprender las barras.
Solicito a las Secretarías de Juventud, Seguridad y Convivencia, Cultura Ciudadana y demás dependencias responsables de las políticas públicas de Cultura del Fútbol y Arte Urbano Gráfico, a que lideren y propicien este diálogo, dispongan los preceptos y las herramientas de estas políticas para entender y valorar ambas expresiones y articular acciones que permitan su convivencia concertada en las calles.
Para contribuir en este propósito, les propongo las siguientes acciones:
Respaldarse en ambas políticas públicas para sacar adelante los diferentes proyectos allí consignados que buscan fortalecer ambas expresiones alrededor del arte, la cultura, la creatividad, la resolución pacífica de conflictos y la convivencia.
Retomar los proyectos asociados a intervenciones de arte urbano gráfico en espacio público referentes al barrismo. Un ejemplo son las intervenciones en la unidad deportiva Atanasio Girardot mencionadas anteriormente.
Articular a las escuelas de Arte Urbano Gráfico con los barristas del territorio para que trabajen conjuntamente.
Establecer y ser garantes de un espacio de diálogo y concertación entre barristas y artistas gráficos para conversar sobre los códigos de la calle, establecer puentes de conversación y resolución de conflictos para llegar a acuerdos sobre el uso y apropiación del espacio público.
Por último, quiero hacer un llamado al consenso o al disenso respetuoso. El país se
encuentra en una situación de convulsión. Artistas, barristas, jóvenes de todos los
sectores, se han movilizado demostrando su descontento e indignación; muchas de
estas personas han sido víctimas de la violencia desmedida de la fuerza pública. El
país requiere nuestra atención, empatía y unión. No es tiempo de profundizar nuestras diferencias sino de reencontrarnos en la diversidad.
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